martes, 15 de enero de 2013

Volkswagen Scirocco 2.0 TSI 210 CV

El Volkswagen Scirocco es un compacto distinto al resto, un modelo que fusiona el carácter de un coupé con la plataforma de un compacto. Una apuesta arriesgada dado su atrevido diseño y su reducida funcionalidad. Con modelos como el Golf, Volkswagen ha demostrado que es fiel a la idea: “si algo funciona no lo toques”. Frente al continuismo de las distintas generaciones del Golf, el Scirocco irrumpe como una alternativa completamente distinta.


Diseño

Uno de los aspectos más característicos del Scirocco es sin lugar a dudas el diseño. El Scirocco es un coche de esos que gustan o bien no gustan. Su carrocería tiene unas líneas agresivas cargadas de gran personalidad. Mientras que los Scirocco clásicos eran famosas por sus líneas rectas, esta generación actual presenta unas formas mucho más curvas, quizás más inspiradas en el Corrado de los años ochenta. Sea como sea, está claro que se trata de un coche que se aleja claramente del tradicionalismo de la saga Golf.



En la parte frontal presenta una calandra de líneas horizontales, un elemento que poco a poco se ha ido extendiendo al resto de la gama y que hoy define a la imagen de los modelos de Volkswagen. PoloGolf y Passat cuentan con un estilo en su parte delantera que guarda un gran número de similitudes con la del Scirocco. Esta unidad en particular cuenta con el acabado opcional R Line, con lo que su estética luce un conjunto de aditamentos adicionales.

Los pilotos traseros son un elemento característico del Scirocco y en esta ocasión con el conjunto de extras R Line cuentan con un acabado oscurecido. Las llantas Mallory 8 x 18” con diseño de cinco brazos dobles son otro complemento que forma parte del kit opcional R Line. Con todos estos opcionales el Scirocco 2.0 TSI adopta una estética muy similar a la del Scirocco R, la versión más potente de la gama con 265 CV.



                                                                                                        Habitabilidad


El confort no es uno de los aspectos en los que se ha centrado precisamente el diseño de este modelo. Este coche ha sido concebido ante todo para tener un diseño exterior muy atractivo, así como para disponer del mejor chasis posible. La baja línea de techo ha reducido la altura libre al techo, mientras que el preciso eje trasero de suspensión, ha reducido tanto el espacio de la segunda fila como del maletero.

Esta unidad equipada con el paquete opcional R Line presenta asientos deportivos y al tratarse el paquete R Line Cuero, además cuenta con una tapicería en cuero. Aunque se trata de unos asientos de corte deportivo ofrecen un altísimo nivel de confort. La sujeción tanto de las piernas como de la zona lumbar es muy buena, algo que se agradece en un deportivo de este calibre. Entre ambos asientos encontramos un práctico apoyabrazos central, también tapizado en cuero que esconde un hueco con tapa.

En la segunda fila sólo dispone de dos asientos individuales con una altura libre al techo bastante limitada, debido al diseño exterior del vehículo. La anchura entre codos tampoco es muy generosa. De serie monta dos anclajes Isofix en ambas plazas traseras para poder montar dos sillitas infantiles de seguridad. El maletero ofrece un volumen de carga de 292 litros, ampliable hasta 755 litros, en el caso que pleguemos los respaldos de la segunda fila hacia delante.



Motores

El motor 2.0 TSI se ha convertido ya en todo un clásico dentro del Grupo Volkswagen. Esta mecánica apareció por primera vez con el Golf GTI de 5º generación para sustituir al entonces caduco 1.8 T de 150 CV. Se trata de un cuatro cilindros en línea, de gasolina, sobrealimentado por un turbocompresor y con inyección directa e intercooler. Cuenta con una cilindrada de 1.984 c.c., dos árboles de levas en culata y 4 válvulas por cilindro.



Estamos ante un motor que ofrece un comportamiento muy progresivo y con una gran entrega de par desde muy bajas revoluciones. De forma constante pone a nuestra disposición 280 Nm entre las 1.700 rpm y las 5.200 rpm. Una respuesta con la que podemos llevar a cabo maniobras de adelantamiento con total seguridad. La potencia máxima de 211 CV, la alcanza en las 6.200 rpm. Al tratarse de una mecánica sobrealimentada con un turbo, la zona roja está poco después de esta cifra de rpm.

Esta unidad dispone de la caja de cambios secuencial DSG de 6 velocidades. Se trata de un sistema de cambio automático con el que también podemos seleccionar las marchas de forma manual gracias a sus dos embragues multidisco bañados en aceite. En modo automático “D” apenas se perciben los cambios de velocidad, mientras que en manual y a un ritmo elevado los cambios se llevan a cabo a velocidad de vértigo, casi como en un coche de carreras. La opción “S” o Sport permite disfrutar de un funcionamiento automático, pero cambia más tarde de marcha con lo que se estiran más las revoluciones, más acorde con el carácter deportivo del modelo.



Nota Final: 7,6




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