Me parece preferible a varias de sus alternativas, como el Citroën C5, el Mazda6 y el Renault Laguna, por el buen equilibrio general. No es el más amplio, ni el más cómodo, ni el más ágil ni el que mejor motor Diesel tiene, pero está entre los mejores en todos esos aspectos. Me ha agradado su confort tanto por la suspensión como por los asientos y me ha sorprendido por su agilidad en carreteras de curvas. Un Audi A4 y un Honda Accord parecen mejor hechos pero ello no quiere decir que el i40 lo esté mal, aunque tiene detalles mejorables, como la terminación del maletero.
Puede tener elementos de equipamiento como un sistema de mantenimiento en el carril («lane-keeping assist») que interviene en la dirección, una cámara trasera de ayuda al aparcamiento y freno de estacionamiento eléctrico. También puede llevar, de serie o en opción en función de la versión, nueve airbags —incluido uno para las rodillas del conductor, entrada y arranque sin llave y faros de xenón (sólo cortas) con iluminación adaptativa.
Nos ha llamado la atención que es más cómodo que el KIA Optima, modelo con el que comparte muchos elementos (KIA y Hyundai pertenecen al mismo grupo empresarial). También, que el mismo motor Diesel de 136 CV funciona de forma muy diferente: en el i40 es más suave y da la sensación de que responde mejor a bajo régimen aunque las prestaciones han sido similares.
Además de ese motor Diesel de 136 CV, hay otro de 116 CV y uno de gasolina de 135 CV (en otros mercados hay otra variante de gasolina con 177 CV). Con la carrocería familiar sólo está disponible el Diesel más potente. Este motor es el único que puede combinarse con un cambio automático. De serie, todos tienen uno manual de seis relaciones que funciona bien.
Las versiones con la denominación «Blue Drive» tienen algunas características para gastar menos, como el sistema de parada y arranque del motor («ISG») en las detenciones, neumáticos de baja resistencia a la rodadura y una parrilla frontal con unas lamas en la rejilla de refrigeración que, cuando permanecen cerradas, mejoran la aerodinámica. Consiguen un consumo homologado bajo: 4,3 l/100 km en la versión de 115 CV (i40 Sedán) y 4,5 l/100 km en las de 136 CV. Sin las medidas «Blue Drive», el consumo medio es 4,7 l/100 km con cambio manual (6,0 l/100 km con transmisión automática).
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