Han pasado algo más de dos años desde que Lexus se animara a lanzar al mercado un modelo con motor diesel. Un tiempo suficiente para hacer balance. A pesar de que su apuesta más fuerte son los híbridos, el objetivo de la marca de lujo de Toyota con el lanzamiento del IS 220d con un propulsor de 177 CV era convertirse en una alternativa a los modelos alemanes que dominan en este segmento del mercado. Además, esta versión podría ser la puerta de acceso a la marca para muchos compradores en un mercado como el del lujo, donde la fidelidad es muy alta. ¿Habrá conseguido sus propósitos?
A tenor de las cifra de ventas la respuesta es que sí: aproximadamente el 50% de las ventas de la firma automovilística japonesa en España coresponden a este modelo. La siguiente reflexión que viene a la cabeza es si Lexus no ha llegado demasiado tarde a un mercado como el de los motores diesel, ya que muchos compradores se empiezan a plantear seriamente su rentabilidad con el fuerte aumento que ha experimentado el precio del gasóleo, que ya supera al de la gasolina.
En cualquier caso, este modelo de acceso a Lexus presenta unos buenos argumentos para enganchar a su comprador a la marca. Partiendo de los datos más fríos y objetivos, están los cinco años de garantía o 160.000 kilómetros que ofrecen, frente a los dos años que por ejemplo da Mercedes-Benz. A esto se une el seguro de calidad que supone comprarse un vehículo construido por Toyota, que lidera las listas más prestigiosas de fiabilidad de todo el mundo.
A bordo
El Lexus IS da una impresión general de calidad. Los acabados, con buenos materiales y unos ajustes a los que es imposible ponerles un pero, juegan en la liga de los de Audi, BMW y Mercedes. El diseño es moderno y con un discreto toque deportivo en el acabado Sport, que es el que montaba la unidad con la que se ha realizado la prueba. El espacio interior es amplio y cómodo para los pasajeros de las plazas delanteras pero algo justo para los que viajen en la parte de atrás, donde el hueco para las piernas es simplemente suficiente. De hecho, tres personas viajarían realmente incómodas en estos asientos. Y más difícil todavía puede ser introducir el equipaje de cinco pasajeros en el discreto maletero. Tiene una capacidad de 378 litros, frente a los 460 que, por ejemplo, tiene un Serie 3 de BMW, o los 475 de un Mercedes Clase C.
Nota: 7,5
Al volante
El asiento del conductor es el mejor lugar para viajar en este Lexus. Encontrar una postura cómoda es un juego de niños gracias a los reglajes eléctricos del asiento, el volante y los espejos retrovisores. Todo queda a mano del conductor, excepto los botones que accionan las ventanillas, situados demasiado bajo (cuestión de gustos), y los de alguna que otra función como la del sensor de aparcamiento, muy escondidos. El cuadro de manos es muy claro y sencillo de leer. Entre el velocímetro y el cuentarrevoluciones se encuentra la pantalla del ordenador de abordo, que contiene muy poca información.
Ya en marcha, destaca la buena insonorización del habitáculo. Apenas se escucha el sonido del motor diesel, que desata toda su fuerza a partir de las 1.500 revoluciones por minuto. La entrega de la potencia es progresiva pero más brusca que en motores como el 2.0 de 177 CV que monta uno de sus principales rivales, el BMW 320d, más refinado y elástico que este propulsor de Toyota. A pesar de ello, ofrece unas buenas prestaciones con una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos y una velocidad punta de 215 km/h. Otro de los puntos débiles de este motor es su elevado consumo, que según las cifras oficiales es de 6,3 litros a los 100 kilómetros, pero que en la prueba superó los 8 litros.
La suspensión deportiva es dura pero en ningún momento molestas y eso a pesar de que con el acabado Sport monta unos neumáticos de perfil bajo (225/40 R 18, delante, y 2245/40 R18 atrás). Permite al vehículo moverse con gran aplomo por autovías y con agilidad por carreteras de montaña. Una dirección directa y de buen tacto hace el resto ya que aporta una buena dosis de confianza al conductor. El cambio no es todo lo duro que a un coche de estas características deportivas correspondería, además, podría ser más directo y los recorridos un poco más cortos. El comportamiento del coche es muy noble en todas las situaciones y es difícil ponerle en apuros con un eje trasero muy poco dado salirse de su sitio, lo que le resta diversión.
Nota: 7,5
Equipamiento
Es como en todos los Lexus, el punto fuerte de este modelo. El equipamiento es realmente impresionante. De hecho, en el acabado Sport, tan sólo se puede añadir como opción el techo solar y un recomendable paquete multimedia con sistema de navegación, de teléfono manos libres Bluetooth, control de asistencia de aparcamiento con cámara de vídeo que proyecta una imagen trasera del vehículo, y un impresionante equipo de música desarrollado por Mark Levinson con sonido envolvente y 14 altavoces.
De serie, se encuentran desde faros de doble xenon, asientos de cuero eléctricos con memoria y calefacción, sensores para asistencia de aparcamiento (delante y detrás), hasta sensores de lluvia y encendido automático de las luces. La gran mayoría de este equipamiento de lujo es una opción en los modelos de Audi, BMW o Mercedes, a igualdad de equipamiento, el Lexus es por ejemplo, unos 10.000-12.000 euros más barato que un Serie 3.
Nota: 10
Seguridad
Este modelo ha logrado las cinco estrellas en las pruebas de choque de EuroNCAP. Cuenta con seis airbag frontales, laterales delanteros, de cortina y de rodilla para ambas plazas delanteras. También cuenta con control de estabilidad y tracción (desconectable se activa por si mismo una vez superamos los 60 Km/h) y ABS. Hay que destacar el Sistema de Control de Estabilidad Avanzada del Vehículo (VDIM), que va unido al control de tracción y cuya función es modificar la asistencia de la dirección en función de si nuestro vehículo se va de adelante o de atrás.
Nota: 9
Conclusión
Lexus ha sabido responder de manera muy acertada a los superventas A4, Serie 3 y Clase C de sus más directos rivales. Ha logrado el objetivo de convertirse en una alternativa muy recomendable a las berlinas alemanas, a las que gana en sofisticación. Le penaliza bastante en la apreciación general un motor poco fino y gastón y un escaso espacio interior. En cualquier caso, es el modelo ideal para el que quiera un coche de un nivel superior, con un buen equipamiento, un toque deportivo y diferente, ya que está mucho menos visto que cualquier opción germana. El precio de venta al público del IS 220d Sport es de 38.000 euros, 41.735 si incluye el paquete multimedia.
Nota Final: 8,35
No hay comentarios:
Publicar un comentario