Si hace unas semanas veíamos como la nueva Clase A recurría al motor Renault 1.5 dCi en su versión de partida, ahora nos llega otra muestra de los acuerdos entre los fabricantes del rombo y de la estrella: el Mercedes Citan. Es evidente que el punto de partida es el Renault Kangoo asi que vamos a ver todo lo que tienen en común, que evidentemente es mucho.
De la parte inferior frontal a la base del parabrisas el Mercedes es totalmente diferente del Renault. Parachoques, capó, aletas y por supuesto los faros antiniebla son específicos del Citan. Y mostrando orgullosamente una enorme estrella y su parrilla muy en la línea de la nueva Clase A , el Citan muestra todas sus señas de identidad al mundo.
En el interior del Citan también ofrece elementos propios como el salpicadero que no es el del Kangoo retocado sino un bloque completamente nuevo. Las toberas redondas de aire son muy de la casa y la estrella en medio del excelente volante no deja lugar a dudas. Este salpicadero, contundente en cuanto a formas y tamaño, si bien está realizado en un plástico duro propio de un vehículo industrial, ofrece una buena calidad percibida. Se echan de menos huecos para pequeños objetos en este salpicadero que si tiene el del Kangoo si bien hay otros en entre los dos asientos, en las puertas, en el techo o escondidos bajo el suelo.
El Citan se ofrece con tres longitudes (3,94, 4,32 y 4,71 metros) y tres tipos de carrocería (Furgón Mixta y Combi). En el caso del modelo probado se trataba de la Combi, pensada para transporte de pasajeros y que solo está disponible en la longitud intermedia de 4,32 metros, mientras que el resto de dimensiones (1,83 metros de ancho y 1,81 de alto) las comparte con sus hermanos. Y es también la única Citan que se puede matricular como turismo y que podemos contemplar como una alternativa a un monovolumen.
El acceso a las plazas traseras se hace por puertas correderas que resultan cómodas cuando hay poco sitio en un aparcamiento pero también son algo pesadas de manejar.
Como todo este tipo de vehículos (para los que se acuña el termino de ludoespaces) el Citan ofrece un excelente volumen de carga y un inmenso habitáculo. Mas alto que un familiar e incluso que un monovolumen clásico, ofrece una real sensación de espacio a bordo y una luminosidad muy agradable gracias a su gran superficie acristalada. En la segunda fila de asientos destaca el espacio libre al techo y para las piernas. Hay anclajes Isofix en las plazas traseras laterales.
Con todos los asientos en su sitio, el volumen de carga del maletero es 685 litros utilizando el espacio hasta la bandeja. Si se abaten los asientos de la segunda fila y calculamos el volumen de carga hasta el techo, este llega a los 3000 litros. Para acceder al maletero hay un portón con luneta de una hoja batiente hacia arriba.
Más básico que un monovolumen, la modularidad que ofrece parece suficiente para la mayoría de las ocasiones, con una banqueta trasera abatible 2/3-1/3.
En marcha
De entrada nos encontramos con unos asientos delanteros diferentes a los del Kangoo. En el caso delCitan destilan solidez y en viajes largos se muestran cómodos.
La posición de la palanca de cambios en la consola, cerca del volante, también se traduce en comodidad pues apenas hay que mover el brazo. Además sus recorridos son cortos y es precisa.
En cuanto a su comportamiento dinámico, antes que nada hay que resaltar que frente al Kangoo, en elCitan se ha cambiado el tacto de la dirección, endurecido la suspensión y modificado la gestión electrónica de los motores. Los responsables de Mercedes hablan de un tacto diferente, de un comportamiento a la “alemana” . Para logar esto si bien no se ha cambiado la arquitectura de los trenes rodantes, en cambio muelles y amortiguadores son más cortos y firmes (se ha perdido algunos milímetros de altura libre al suelo), mientras que las barras estabilizadoras delanteras y traseras son de mayor diámetro
Al volante se nota estos cambios: en efecto el Citan se balancea menos que su primo francés, gira más plano en las curvas y ofrece un carácter más reactivo, una mayor vivacidad de comportamiento, en definitiva un tacto más de berlina. A cambio resulta menos cómodo en carreteras de mal suelo. Tiene un control de estabilidad que la marca ha bautizado como Adaptative ESP ya que adapta su actuación al peso transportado. No se puede desconectar al contrario que el control de tracción si bien este último se vuelve a activar automáticamente en cuanto se superan los 50 km/h o si detecta una situación de instabilidad.
La versión probada era el 109 CDI que lleva un motor diésel de 90 cv. Hay disponible otro de 75 cv (108 CDI) a los que el próximo año se sumará otro diésel de 110 cv (111 CDI) y un gasolina de 114 cv.
Este 90 cv de la prueba va asociado a un cambio de cinco marchas. Los desarrollos tiran a cortos por lo que en ningún momento deja de empujar, incluso bastante cargados. Aunque esta caja está bien escalonada, en autovía se echa de menos una sexta más larga para reducir el sonido del motor en el interior. En cuanto al consumo medio el fabricante señala 4,6 litros pero en la versión BlueEfficiency, que era la probada, esta cifra se reduce a 4,3 gracias a un alternador que trabaja sobre todo en las deceleraciones, unos neumáticos (195/65 R13) de baja resistencia a la rodadura y un sistema stop/start de parada y arranque automático del motor que funciona a la perfección: es rápido y discreto. Durante la prueba el consumo medio ha estado en los 6,1 litros si bien los pocos kilómetros de la unidad de pruebas nos hacen pensar que esta cifra se puede reducir una vez el motor esté más “suelto”.
En definitiva si bien son evidentes sus raíces de vehículo comercial, el Citan Combi puede ser una alternativa para uso familiar si se da prioridad al volumen de carga eso si si precio es elevado y respecto a la renault kangoo NO compensa.
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