Seat no atraviesa por su mejor momento. La crisis en el mercado español, su principal mercado, no lo olvidemos, le ha impedido abandonar los números rojos con los que, por desgracia, ha tenido que convivir en los últimos años.
Su estrategia para remontar el vuelo pasa por una ofensiva notable de producto de desarrollo económico por el hecho de ser modelos compartidos con otras marcas del grupo (Mii, Toledo, Exeo, Alhambra) y por el papel clave que debe jugar el nuevo Leon. Este coche está llamado a convertirse en el segundo gran pilar de la marca, al mismo nivel que el Ibiza.
Plataforma MQB
Este nuevo Leon es un coche muy racional.Mantiene una cierta deportividad, tanto en el diseño como en el comportamiento, pero se aleja voluntariamente del look de la segunda generación y, sobretodo, de su arrolladora personalidad. Ahora es un coche más completo, más abierto a un público más amplio y con notables mejoras sobre la generación anterior.
De entrada conviene empezar diciendo que el coche utiliza la nueva plataforma MQB de Volkswagen, un conjunto modular que establece la inmovilidad de ciertas cotas pero que permite una mayor libertad tanto en el diseño de la carrocería como en el uso del enorme banco de órganos del Grupo.
El nuevo Leon es más habitable que su antecesor pero no porque sea más grande, que también (crece ligeramente en longitud, en anchura y en altura) sino porque la distancia entre ejes se ha incrementado en casi 6 cm.
Ello se traduce en más espacio interior en todas las cotas (espacio para las piernas, anchura a nivel de hombros y codos, altura libre al techo…) y en más capacidad de maletero, con unos notables 380 litros que están entre los mejores del segmento. El maletero, por cierto, no tiene ni doble fondo ni ningún tipo de accesorio pero puede ampliarse abatiendo los asientos traseros con lo que puede llegarse a 1.220 litros medidos hasta la altura de los cristales.
De entrada conviene empezar diciendo que el coche utiliza la nueva plataforma MQB de Volkswagen, un conjunto modular que establece la inmovilidad de ciertas cotas pero que permite una mayor libertad tanto en el diseño de la carrocería como en el uso del enorme banco de órganos del Grupo.
El nuevo Leon es más habitable que su antecesor pero no porque sea más grande, que también (crece ligeramente en longitud, en anchura y en altura) sino porque la distancia entre ejes se ha incrementado en casi 6 cm.
Ello se traduce en más espacio interior en todas las cotas (espacio para las piernas, anchura a nivel de hombros y codos, altura libre al techo…) y en más capacidad de maletero, con unos notables 380 litros que están entre los mejores del segmento. El maletero, por cierto, no tiene ni doble fondo ni ningún tipo de accesorio pero puede ampliarse abatiendo los asientos traseros con lo que puede llegarse a 1.220 litros medidos hasta la altura de los cristales.
Motores
La gama inicial incluye dos motores de gasolina; los 1.2 y 1.4 TSi en dos niveles de potencia cada uno (86 y 105 Cv en el primer caso y 122 y 140 en el segundo) y dos diésel, el 1.6 TDi de 90 y 105 CV y el dos litros de 150. La gama se ampliará próximamente con, al menos otro gasolina; el 1.8 TSi de 180 CV y un diesel de dos litros y 184 CV a la espera de las versiones deportivas Cupra. La versión diesel llegará en febrero.
Por lo que respecta a las cajas de cambios, Seat sólo ha comunicado tarifas de las manuales(de cinco marchas para los motores menos potentes y de seis para el resto) pero se anuncian cajas DSG para el 1.2 de 105 CV de gasolina y para los Tdi de 105 y 150. Todo ello, sin embargo, irá llegando de manera escalonada a partir del mes de enero que es cuando el coche estará efectivamente a la venta. Los DSG, por ejemplo, se esperan para marzo.
Respecto a la gama de motores, comentar que el que quiera un diésel, perfecto, pero que el que quiera ahorrarse un dinero, puede optar perfectamente por un 1.4 de 122 CV. En la presentación del coche, pude rodar en las carreteras de los montes de Málaga con una unidad FR con este motor –los FR llevan suspensión deportiva y el Seat Drive Mode que permite seleccionar un modo deportivoque afecta a la entrega de potencia (al modo como la entrega, que no a la cantidad), a la dirección y al sonido del motor- y la verdad es que me pareció perfecto para el coche, con una potencia suficiente para conducir deportivamente si nos apetece, una elasticidad tremenda, un cambio muy adecuado y una suspensión impecable. Los fanáticos del Leon anterior, que los hay y muchos, harán bien en no interesarse por otra cosa que no sean las versiones FR.
A nivel de chasis, ligera decepción. Es obvio que la nueva plataforma es mejor que la anterior, con vías más anchas y más distancia entre ejes pero la posibilidad de montar determinados conjuntos de suspensión ha hecho que, como sucede también en el Golf e incluso en los Audi A3, que también llevan esta plataforma, todos los Leon de la
Este eje trasero más sencillo, que se monta por un simple cuestión de costes, no va mal pero no va como el multibrazo del Leon actual. El nuevo modelo ha perdido deportividad y no sólo por la suspensión claramente más suave –en especial en todos los que no son FR- sino también por ese eje trasero menos implicado cuando se trata de conducir deportivamente. El multibrazo cierra la trayectoria con más precisión –lo puedo asegurar porqué he probado ambos en los A3- mientras que el de barra de torsión se limita a acompañar al delantero, sin más. Ello hace que vaya más libre y que el coche sea más ágil pero menos preciso, especialmente en la negociación de curvas muy cerradas donde la parte trasera va más “suelta” de lo que debiera. Como no había ninguna unidad con los motores de 180 CV en la presentación, habrá que esperar a disponer de alguna para probarla a fondo y pronunciarnos sobre su comportamiento.
Habitabilidad
El habitáculo es más habitable y más práctico. El nuevo diseño es más frío, más cuadrado, más Volkswagen si se me permite la expresión. En mi opinión pierde frescura e imaginación pero gana en funcionalidad.
Ahora todo está en su sitio; los mandos de elevalunas y espejos en la puerta, los del climatizador en la parte baja de la consola junto a los de las regulaciones de elementos del chasis cuando se monten, y los del audio, el equipo de navegación y multitud de otros parámetros en la nueva pantalla central de 5 pulgadas (de serie desde el acabado Reference sólo para la radio y en los Style y FR con más funciones) que se maneja de manera táctil y con un interface muy interesante similar, en algunas funciones, al de un tablet de nueva generación.
En Seat destacan que la pantalla queda a la misma altura que la instrumentación, lo que se agradece ya que implica apartar poco la
La calidad de los materiales es muy buena y el acabado es casi propio de un Golf, de manera que el Leon saca muy buena nota en la valoración de su habitáculo. Por lo que se refiere a los asientos, los delanteros son estupendos, tanto los de las versiones Style como los más deportivos que montan los FR mientras que los traseros tampoco están nada mal pese a que, como siempre, la plaza central es algo incómoda.
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