lunes, 7 de enero de 2013

Jeep Grand Cherokee 3.0

Hablar de Jeep es hablar de todoterreno. Esta marca americana fue una de las pioneras en inventar el segmento de los 4x4 de lujo, cuando en 1963 lanzó el Jeep Wagoneer. El Wagoneer era un todoterreno de gran tamaño, con aptitudes para su uso como vehículo familiar y buenas prestaciones para largos viajes por carretera. Este concepto de vehículo no ha cambiado demasiado desde entonces. Sí lo ha hecho, obviamente, la tecnología. 

El mejor exponente de ello es esta nueva generación del Grand Cherokee, la cuarta, queincorpora los más avanzados sistemas electrónicos para las transmisiones y las suspensiones que mejoran sus ya excelentes aptitudes off-road. Por ejemplo, el Selec Terrain, un programa que nos deja escoger entre cinco ajustes de transmisión dependiendo de tipo de terreno que estemos pisando; o la suspensión neumática Quadra-Lift, que ofrece cinco ajustes de altura de forma automática; y finalmente, la conocida transmisión a base de tres diferenciales de tipo Electrónico de Deslizamiento Limitado, que caracterizan al sistema 4x4 Quadra-Drive II, todos ellos marcas registradas de Jeep.


De esta manera, el Grand Cherokee puede considerarse uno de los TT  más eficaces del mercado, un coche con el que puedes afrontar una excursión al campo con todas las garantías, siempre que tengas aptitudes y “manos” para salir de situaciones difíciles. 

Pero el Grand Cherokee también es un excelente vehículo de turismo y familiar. Su gran carrocería (4,82 metros de longitud) de  cinco puertas y su excelente habitabilidad lo hacen ideal para transportar a a la familia, los amigos y todos los bultos del viaje en su gran maletero (782 litros hasta 1.554 litros de capacidad medida hasta el techo)



                                                                                                             Motores

inalmente, a pesar de su tamaño y peso, la versión con motor diésel puede resultar relativamente económica, al montar un nuevo motor de 3 litros turbodiésel, V6, fabricado por VM Motori y con tecnología Multijet II, desarrollada por Fiat (la incorporación de Jeep al grupo italiano se evidencia en estos detalles). 

Este motor ofrece una buena cifra de potencia, 241 CV, y un par considerable (550 Nm entre 1.800 y 2.800 vueltas) suficientes para mover las casi dos toneladas y media que pesa este TT con unos consumos razonables. Oficialmente gasta 8,3 l/100 km. de media. A nosotros nos marcó cifras algo superiores, como es habitual: 7,9 l/100 en carretera, 9 l/100km en autopista y 13,9 l/100km. en ciudad. Este motor va unido a una caja de cambios automática de 5 velocidades, de funcionamiento muy al estilo de “coche americano”, donde prima la suavidad frente a la rapidez y  la efectividad en la inserción de las marchas.



Habitabilidad


La versión Overland que podéis ver en las fotos añade a todo ello un acabado interior sublime, en el que se usan materiales nobles como el cuero, que cubre los asientos, la parte superior del salpicadero, el apoyabrazos de la puerta, la tapa de la consola central y el volante. 

La madera de raíz de olivo está presente en el panel de instrumentos, los embellecedores de la puerta y la parte superior del volante. Y el cromo abunda en los remates de la instrumentacióny la consola central. Todo muy lujoso y refinado. Sin duda, el Grand Cherokee ha mejorado su terminación con respecto al de la anterior generación,  a la que se le había criticado precisamente este punto.
  
El techo solar eléctrico, que es de serie en el acabado Overland, da una buena luminosidad al habitáculo. Al subirnos al coche, la sensación de espacio es considerable en todas las plazas. El acceso es fácil, pero obliga a un pequeño impulso para superar la altura de la carrocería, natural en un todoterreno de su estilo. Esto es así a pesar de que equipa suspensión neumática que permite bajar la altura de acceso al interior, un elemento incluido de serie y que no está presente en el resto de la gama Grand Cherokee si no es de forma opcional. 

La sensación de espacio también llega al abrir el portón del maletero, que es eléctrico. La anchura y altura de la boca de entrada junto con el piso plano nos permite colocar grandes bultos yconvertir a este coche en un furgón si es necesario. Los múltiples ganchos, la red de carga, las bandas cromadas para sujetar los bultos y las tomas de corriente son buenos detalles que facilitan esta tarea.  

De la misma manera, te acoplas a sus cómodos asientos en un santiamén, gracias a sus múltiples regulaciones eléctricas, tanto de éstos como de la columna de dirección. Eso sí, para conductores bajitos, como es mi caso, echamos a faltar un poco más de altura de banqueta, que facilitaría una mejor visibilidad frontal en off-road.



Electronica


El Jeep Grand Cherokee se sirve además de la electrónica para hacer más eficaz su capacidad de tracción. Así, la novedad en esta última generación es la incorporación del Selec Terrain, que nos deja escoger entre 5 modos diferentes de conducción: Auto, Rock, Sand/Mud, Snow y Sport. Sólo debemos analizar qué tipo de terreno pisamos y a continuación girar un dial para activar el programa. A partir de ese momento, el coche actúa por sí solo para adaptar su cadena cinemática a las condiciones del piso.

El Selec Terrain utiliza la suspensión neumática Quadra-Lift (otra de las novedades introducidas en esta renovación) que nos permite reducir automáticamente la altura de la carrocería según sea necesario. También podemos escoger nosotros la altura deseada, mediante el pulsador correspondiente. Y por supuesto, activar o desactivar la reductora, o el control de descensos. Todos estos pulsadores se encuentran agrupados en la consola central, detrás de la palanca de cambio.

Con todo este “armamento”, salir al monte con el Grand Cherokee es una garantía de éxito. En una de nuestras zonas habituales de pruebas “off-road” pude comprobar cómo la capacidad de tracción y avance de este TT ante los obstáculos sigue siendo sobresaliente. La suspensión copia perfectamente las irregularidades del terreno (aunque al elevar la carrocería pierde bastante flexibilidad); Los ángulos de entrada, ataque y ventral son suficientemente buenos para no estar pendiente en todo momento de golpear o no los paragolpes. Estos ángulos se pueden mejorar elevando la carrocería en su modo máximo (off-road 2), que genera una altura al suelo cercana a los 30 cms; y para asegurar el avance del coche sobre el terreno, la electrónica cumple su función de forma instantánea en cuanto una de las ruedas pierde tracción, dando par al resto.
Sólo hay dos cosas a mejorar: el peso, un condicionante importante para manejar este Jeep en situaciones difíciles, y la poca adherencia que ofrecen en off-road los neumáticos que montaba nuestra unidad, unos Continental Cross Contact en medidas 265/50 R20, más asfálticos que camperos. Y es que no se puede tener todo




NOTA 7,7

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