sábado, 2 de febrero de 2013

Especial: Infiniti G Coupe, pequeño pero muy grande.

El Infiniti G Coupé es un cupé de 4,65 metros de longitud, dos puertas y cuatro plazas que está disponible desde 51.040 €. Llegó al mercado a mediados de 2008. El Infiniti G se puede adquirir con otros dos tipos de carrocería: G Berlina y G Cabrio.

El G Coupé es ligeramente más pequeño que el G Berlina (12 centímetros). Tiene un tamaño similar al del Audi A5, el BMW Serie 3 Coupé o el Mercedes Clase E coupe.

Únicamente está disponible con un motor de gasolina V6 de 3,7 litros de cilindrada y 320 CV de potencia. Es el mismo que llevan otros modelos de Infiniti como el EX o el FX. El G37 Coupé es de tracción trasera. A difrencia de la berlina, no se puede adquirir con tracción total. Desde marzo de 2011 sólo está en venta con caja de cambios automática de siete relaciones. Anteriormente también hubo una manual de seis marchas.

Con un precio de partida de 51.040 €, es claramente más costoso que el Génesis de 303 CV, tiene un precio similar al de un BMW 335i Coupé de 306 CV y es más asequible que un Mercedes-Benz Clase E Coupé de 292 CV o un Audi S5 de 354 CV. A igualdad de motor y equipamiento, el G37 Coupé es unos 1.700 € más costoso que el G37 Berlina.



Equipamiento

Hay tres niveles de equipamiento: «GT», «S» y «S Premium». Anteriormente también hubo una denominada «GT Premium»
Las versiones «S» y «S Premium» se distinguen porque llevan un sistema de dirección a las cuatro ruedas, denominado «4WAS» y una suspensión deportiva con diferente alineación de las ruedas y mayor dureza de muelles y amortiguadores.
La diferencia entre los dos sistemas posibles de dirección y suspensión es notable. Con los ojos cerrados sería imposible adivinar que se trata de un coche parecido. Las versiones «S» y «S Premium» también llevan de serie un diferencial autoblocante y asientos deportivos.
Todas las versiones tienen de serie discos de freno ventilados en las cuatro ruedas. En la versión con dirección a las cuatro ruedas, la dirección delantera tiene desmultiplicación variable. En los otros casos, la dirección tiene asistencia variable en función de la velocidad. En todo caso, la suspensión es de paralelogramo deformable en ambos ejes.
Todos los G37 Coupé tienen un equipamiento abundante. Así, son de serie en cualquier caso elementos como faros de doble xenón con iluminación adaptativa, acceso y arranque sin llave («I-Key») con la posibilidad de guardar en su memoria diferentes ajustes personales, control de estabilidad, manos libres Bluetooth, asientos eléctricos, sensores de aparcamiento delanteros y traseros o llantas de aleación de 18 pulgadas, entre otros.
También es de serie en todos los G37 Coupé un sistema de protección de peatones: en caso de atropello, una carga pirotécnica eleva el capó por la parte más cercana al parabrisas, lo que crea un espacio de amortiguación entre el capó y la parte superior del motor para minimizar los daños.
La capa exterior de la pintura de la carrocería del G37 Coupé, como la de la berlina, está compuesta por una combinación de laca y resina muy elástica. Según Infiniti, este tipo de recubrimiento («scratch shield») cuando está expuesto a temperaturas cálidas cambia su morfología y puede disimular los pequeños arañazos, manteniendo el brillo original de la pintura durante más tiempo.
El G37 Coupé es básicamente el mismo coche que se vende en EE.UU. pero con ciertas modificaciones. Tiene cambios en la aerodinámica, la dirección, la suspensión y los frenos, con el objeto de mejorar la respuesta a alta velocidad. El motor es igual.


Habitabilidad

El Infiniti G Coupé es un vehículo de cuatro plazas, con limitaciones de espacio en los asientos posteriores. Atrás no pueden ir con comodidad personas de más de 1,70 metros de altura, porque la cabeza les tropieza con la luneta posterior. El espacio para las piernas en los asientos posteriores es suficiente para personas de esa estatura. Cuando va alguien sentado atrás, conviene que los pasajeros de los asientos delanteros eleven la altura de las banquetas, para que quepan los pies por debajo.
Las cabezas de los pasajeros de las plazas traseras quedan cubiertas por la luna posterior, no por el techo. No tiene cortinilla y a determinadas horas con mucho sol, puede ser muy incómodo ir en esos asientos sin forma de protegerse de los rayos. Entre los asientos posteriores hay una bandejita poco útil no es reposabrazos y dos portalatas. Los reposacabezas no son regulables. Están integrados en los respaldos de los asientos, como una pequeña protuberancia.
Para acceder a las plazas posteriores, hay que abatir el respaldo de los asientos delanteros con una palanca y luego apretar un botón de un toque para que el asiento se desplace hacia adelante —despacio, al igual que en los BMW, con un motor eléctrico—.
Queda un hueco suficientemente amplio para entrar, pero el asiento está situado muy atrás y toda la operación requiere de cierta agilidad y de cuerpos no muy voluminosos. La salida tampoco es fácil porque el montante inferior del coche es muy ancho y, sentado en el borde delantero del asiento, el pie no llega al suelo. El asiento y su acceso son poco recomendables para personas voluminosas o de edad avanzada.
En el respaldo del asiento del copiloto hay un interruptor relativamente a mano del conductor, que es muy útil para que sea él quien pueda desplazar el asiento del copiloto para facilitar el acceso a las plazas posteriores.
En los asientos delanteros la comodidad es notablemente mayor. Son unos asientos excelentes, que recogen muy bien el cuerpo. El respaldo y la banqueta se pueden regular en anchura, con aire a presión, para adaptarse mejor al cuerpo y las piernas del conductor. La sujeción lateral es muy buena. La dureza, adecuada para realizar muchos kilómetros sin cansancio y también la longitud de la banqueta, que es regulable. Son unos asientos muy apropiados para este coche, tan agradable de conducir y que invita a pasar muchas horas al volante por todo tipo de carreteras.
El volante es regulable en altura y profundidad. Al modificar la altura del volante, sube y baja con él toda la instrumentación junto a la columna de dirección. Está bien que sea así porque de esta forma el volante no tapa los relojes que hay detrás al variar su posición. Todo el puesto de conducción resulta cómodo, salvo la posición de la palanca del cambio de marchas en las versiones automáticas.
Al poner la palanca en posición manual, queda muy retrasada con relación al volante y es complicado cambiar de marchas, porque la posición de la mano derecha es forzada y el codo tropieza con el reposabrazos central. Las levas de cambio en el volante ayudan a mitigar este inconveniente. La palanca del cambio manual queda bien situada y no supone ningún problema accionarla.
El Infiniti G Coupé no tiene demasiados espacios para dejar cosas. La guantera es pequeña y las bolsas de las puertas no son grandes. Entre los asientos hay dos portalatas, que si no están ocupados con bebidas son útiles para dejar las llaves, la cartera o el teléfono móvil.






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