miércoles, 27 de febrero de 2013

Toyota Prius+, ahorro al cuadrado.

El equipo de Autoemociona os trae hoy una prueba intensiva de uno de los mejores coches híbridos hasta el momento.
¡Disfrutadla! 

Aprovechando toda la energía del coche híbrido más popular, el Prius, Toyota amplía su gama «verde» con la llegada de este práctico familiar de 7 plazas. No llega a ser un Verso, pero gasta como un compacto Diesel si te implicas lo suficiente. Y es que la ecología siempre pide un cambio de mentalidad.


Diseño

Habitualmente el cliente de un monovolumen no suele basar su decisión de compra en la estética o apariencia del vehículo, pero está claro que un diseño atractivo siempre ayuda a vender. El Prius+ presenta un concepto diferenciado frente a la competencia. Por la posición del parabrisas y su limitada altura, parece jugar a medio camino entre los familiares y los más tradicionales monovolumen compactos. 

Al primer vistazo sus formas gustan. Tiene el toque futurista intrínseco a todo Prius pero sin resultar recargado o extremadamente extraño. Por así decirlo juega con las líneas para disfrutar de una silueta discreta y atractiva. El frontal sigue el estilo de su hermano de cinco puertas para que al primer vistazo sea reconocible como un Prius, pero no hace falta analizar mucho sus formas para comprobar que no comparten nada, ni siquiera las ópticas. 

La vista lateral queda marcada por su altura reducida para ser un monovolumen y la enorme superficie acristalada. Con las llantas de aleación de 17 pulgadas incluso tiene un cierto punto "dinámico" que nada tiene que ver con el concepto general del Prius, pero lo importante es engañar al ojo para que el conjunto se vea equilibrado (las de 16 pulgadas de las unidades menos equipadas son más apropiadas para mejorar el consumo, pero visualmente no le sientan tan bien).




En la zaga el portón llama la atención por sus formas redondeadas. Las ópticas con carcasas transparentes añaden el toque diferenciador a un conjunto cuidado al máximo. El enorme logotipo de Toyota en posición central con el contorno azulado indica que estamos ante un vehículo eficiente. 

En general el Prius+ es un automóvil que gusta. Durante los días que lo hemos tenido han sido muchos los que han mostrado interés por saber más y otros tantos lo observaron con cierto disimulo. Pese a su discreción general, es un vehículo que se percibe diferente.


Habitabilidad

a razón de ser del nuevo Prius+ lógicamente tiene que ver con su habitáculo. En Toyota han tratado de aprovechar al máximo el espacio para ofrecer siete plazas utilizables. Y lo han conseguido. 

En las plazas delanteras la sensación de desahogo es excelente, sobre todo en esta unidad con el techo panorámico de cristal (fijo). Tanto por anchura como por altura hay espacio de sobra y la postura al volante, más de turismo que de monovolumen, consigue aumentar esa sensación. El parabrisas, muy inclinado pero más pequeño que en modelos rivales, también marca la sensación a sus mandos. 


Por su parte la fila central disfruta de tres asientos independientes del mismo tamaño. Esto no es algo tan habitual entre los monovolumen compactos, generalmente con una plaza central de inferior anchura. Aquí los tres pasajeros viajarán más o menos bien, aunque es justo decir que la anchura disponible a la altura de los hombros no es la mejor. Cada banqueta tiene regulación longitudinal y los respaldos pueden variar la inclinación.


La tercera fila tiene algunos puntos mejorables. Si bien por espacio para las piernas, anchura y altura un adulto podrá viajar sin problemas (siempre que no supere el metro-ochenta), el acceso a las mismas es complicado y sólo los más ágiles no le darán importancia. Tampoco hay salidas de ventilación y las ventanillas son fijas. 

Toyota ha situado cada fila de asientos a una altura diferente, más elevada cuanto más atrás estemos. Se han desarrollado así para que los pasajeros de las posteriores tengan una posición más dominante y no tengan sensación de "quedar encajados". 

Uno de los puntos más positivos del Prius+ es su capacidad de carga. Con siete plazas el espacio es bastante justo aunque es algo lógico en el segmento. Con cinco el maletero supera los 500 litros de capacidad. Quizás la altura disponible hasta la bandeja cubre-equipajes resulte escasa para según que objetos, pero basta quitar ésta para aumentar el volumen (bajo el piso hay un hueco específico para dejarla, algo que se agradece). También es posible abatir las dos últimas filas y dejar una superficie sin escalones de buenas dimensiones.


En lo relativo al diseño, el interior presume del toque futurista de la familia Prius. La instrumentación es posición central es visible desde cualquier asiento, pero no resulta clara en su lectura. Da la sensación de tener mucha información aunque, analizando los datos, no son tantos. El problema es que no están colocados en la posición más clara.

La consola central por su parte queda claramente marcada por la pequeña palanca de cambios. Con su característico color azul, es cómoda en su accionamiento y quizás la única pega reseñable es que tenga la posición de aparcamiento "P" en un botón independiente. 

Esta unidad del Prius+, la más cara, incluye el sistema de navegación integrado con pantalla a color de siete pulgadas. En ella también se visualizan datos de la radio, diversos parámetros del vehículo y por supuesto, del funcionamiento del sistema híbrido. Con el esquema habitual ya visto en otros modelos del Grupo Toyota, es muy claro y llamativo sobre todo para los acompañantes. Eso sí, al principio puede ser objeto de distracciones también para el conductor. 

En un punto inferior encontramos los mandos que accionan el climatizador automático y el indicador de temperatura exterior. No es muy habitual hoy día que en un automóvil que supera los 36.000 € la climatización sea monozona, algo que se debería corregir en futuras actualizaciones. Pese a ello el funcionamiento nos ha parecido correcto.

Bajo la consola central hay una pequeña repisa en la que podemos depositar algunos objetos. Allí también están, escondidos y en una posición incomoda, los mandos para los asientos térmicos, la toma de corriente de 12v y el puerto USB. En la consola situada entre los asientos hay un posalatas, otro hueco para dejar objetos, una pequeña guantera con tapa de reducida capacidad y los botones que nos permiten modificar el funcionamiento del sistema híbrido (con tres modos, EV, ECO y Power).




Desde el volante hay que destacar se pueden controlar la mayor parte de las funciones del vehículo. Desde el climatizador hasta el bluetooth pasando por la radio y el control de velocidad adaptativo. Los únicos elementos que quedan fuera son los que accionan el asistente de aparcamiento automático, el Head Up Display y el control de estabilidad.

Algo que no nos parece de recibe en un automóvil con cierto carácter futurista es que se siga recurriendo a un freno de estacionamiento de pedal. Es un poco engorroso en su manejo y un botón en la consola central habría sido más apropiado. También resulta incomodo que el apoyabrazos de la puerta quede a una altura inferior al situado entre los asientos.

La percepción de calidad es, en términos generales, correcta. Los materiales empleados son muy variados en función de la zona. Las inferiores parecen peor tratadas y su plástico se raya con facilidad. En las superiores son más agradables al tacto y en algunos casos están acolchados, aunque no abundan. Con el ambiente interior beige se gana en luminosidad, siendo también más vistoso y aparente.

La dotación de serie en el acabado Exclusive es muy completa. Entre los muchos elementos destacamos el navegador integrado con disco duro, paquete visibilidad completo, espejos abatibles, techo panorámico, asientos térmicos, tapizado en piel, faros HID, Head Up Display, asistente al aparcamiento con medidor lateral, cámara posterior y equipo de sonido JBL. No entendemos cómo los intermitentes no tienen función "un toque", la regulación de los asientos delanteros sea manual (ni siquiera el respaldo está motorizado) y no haya sensor delantero de aparcamiento. Para ser el más completo y sabiendo que supera los 36.000 €, todos ellos deberían estar incluidos.




Motores


Si ya con el lanzamiento de la última y tercera generación Toyota Prius coincidimos en que, por fin, la berlina híbrida por excelencia ganaba naturalidad para acercarse al turismo convencional, el Prius+ no alcanza hoy aún esa fase. Normal, siendo el estreno.
 
La explicación la encontramos en susistema híbrido, un motor gasolina 1.8 de 98 CV que, sumado a un propulsor eléctrico capaz también de mover por sí sólo al vehículo, puede rendir en total 136 CV. Exacto al de la berlina, y también al delmás pequeño Auris híbrido, se echa de menos aquí una adaptación similar a la realizada para elYaris, que montó un conjunto más reducido para mover un coche menor.
 
Esta vez tocaba al revés, un conjunto mayor pues los 150 kg que pesa de más en nuestra báscula este Prius+, sumado a su mayor altura de carrocería y peor aerodinámica (Cx de 0,28 en vez de los 0,25 del Prius), se dejan sentir. Preguntados, sus ingenieros abren la puertaa una próxima versión superior, pero a medio plazo. Antes, se conforman con alargar ligeramente el desarrollo de su transmisión variable continua e-CVT para que multiplique más la fuerza de los motores.

La consecuencia es que, pese al buen comportamiento general del Toyota Prius+, un monovolumen menos aparatoso incluso que muchos de sus rivales y con unas suspensiones relativamente cómodas (lejos quedan hoy aquellos primeros Prius muy secos), en carretera obliga a circular con mucha suavidad si queremos evitar molestos «sobre-regímenes», mayores que en el Prius berlina.
 
Y es que, todo el refinamiento que muestra el Toyota Prius+ rodando a velocidad estabilizada, se pierde en aceleración. Y la necesita continuamente, porque, para sus grandes posibilidades de carga, su potencia resulta justa incluso en un modo «Power» más instantáneo, y no sólo ante el repecho, sino también en la necesidad de ganar velocidad: recordemos que los 136 CV son puntuales, y que agotadas baterías nos movemos en 100 CV gasolina para              un coche ya grande.
 
Tocará así en el Toyota Prius+ rodar en cuanto se pueda «a vela» para obtener unos buenos consumos que, de lo contrario, se disparan por más que haya apoyo del motor eléctrico. Y es que, si Toyota anunciaba que hasta 140 km/h el Prius ofrecía mejor rendimiento que un turbodiésel, ahora, a 100 km/h de media, el Prius+ gasta 5,5 l/100 km, hasta 0,5 más que un pesado Grand Scénic 1.6 dCi 130 CV. En el Prius berlina, sí salía la ecuación: sólo 4,2 l/100 km.

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