sábado, 18 de mayo de 2013

Volkswagen California Beach Edition, a otro nivel.

La prueba es de la Volkswagen California Beach Edition 2.0 TDI BMT 140CV DSG7.

Volkswagen ha captado a la perfección las necesidades de un amplio espectro de clientela. Hemos tenido el placer de probar la Volkswagen California Beach Edition, con el conocido 2.0 TDI de 140 CV acoplado al cambio DSG de 7 velocidades y tracción delantera.

El precio, 50.700 Euros, excesivo pero la comodidad que ofrece, lo practico que es, la versatilidad y el dinamismo la verdad que la California juega a otro nivel.


Diseño exterior

Cualquier Volkswagen California ha cambiado poco a lo largo de las últimas décadas.
Digamos que se ha ido actualizando poco segun pasan los años, con ruedas algo más anchas, 16 pulgadas (que son la que lleva en la prueba) que son de serie, más elementos de seguridad, modernización y la mejora de los materiales, rasgos estéticos actualizados… pero el 'espiritu' de la VW sigue siendo el mismo. El espacio y su aprovechamiento es perfecto, no hay otra palabra.
Otra cosa digna de mención es la capota que se desplega en el techo, que alberga una cama. No se puede circulas por carretera con la capota desplegada.


En el interior

El interior de nuestra unidad de prensa casi tiene eco. El espacio interior es descomunal. Los 4,89 metros del exterior tienen su cumplida cuenta en el interior, con dos butacas principales que giran 180 grados y unos raíles a lo largo de la caja que vertebran una mesa desmontable que ocupa todo el ancho del vehículo y una segunda fila de asientos que lo mismo puede ir pegada a los dos de delante, que atrás del todo, dejando un espacio descomunal para poder disfrutar del espacio o de la mesa, que con las mismas guías se desplaza hasta situarla en la posición deseada. Pero hay más. Debajo de los asientos tres compartimentos permiten guardar todo tipo de objetos. Los asientos se abaten o se pliegan, y juntándolo a la mesa, con un acolchado superior de la misma forma, permite conseguir una superficie plana óptima para que hasta tres adultos puedan pasar la noche con comodidad. Una pequeña mesa plegable encastrada en la puerta corredera, en la derecha del vehículo, completa el conjunto.

La transformación camper es simple, básicamente un techo elevable, que es fácil subirlo y bajarlo, ocupado totalmente por una cama, con somier de lamas de madera, de 120 cm de ancho por casi dos metros de largo, se accede subiéndose a los asientos delanteros, es más fácil de los que parece a primera vista. El techo es inclinado, las cabezas se colocan en la parte delantera, donde la distancia libra al techo es de 87 cm, y los pies en la trasera, distancia libre 30 cm, un pie del 45 mide alrededor de los 30 cm.


Motores

La oferta de motores diesel del California contempla tres niveles de potencia, 102, 140 y 180 cv, extraídos siempre de un motor de 2.0 litros. El más potente monta un doble turbocompresor y los otros se conforman con la solución convencional de un turbo único, alimentación mediante inyección directa por conducto único (Common Rail) e intercooler.

Nuestro California montaba la versión de 140 cv, que no es idéntica a la empleada en los turismos de la marca. Lo delata el hecho de que se gana en par máximo (340 Nm contra 320 Nm en los turismos en el mismo margen de revoluciones) y se pierde en régimen de utilización ya que la potencia máxima se obtiene a 3.500 rpm en el California y a 4.200 vueltas en los demás. Unos retoques importantes y muy adecuados para un vehículo con un peso y una resistencia aerodinámica muy superiores a las de un Passat o un Golf.
En cualquier caso como suele suceder con las versiones intermedias, se ha mostrado muy equilibrada. Ciertamente no se puede hablar de rapidez si la aceleración de 0 a 100 km/h que declara la hace en 15,6 segundos, pero en marcha se percibe con una agilidad correcta y con cambios de ritmos más que razonables para el tipo de coche que es. La versión de 180 cv tarda 3,2 segundos menos y declara una velocidad máxima de 188 km/h en lugar de los 169 de nuestro protagonista. Para adelantamientos y ritmos vivos por carreteras de montaña ciertamente es mejor, pero con los 140 caballos se va al fin del mundo y aun toca mirar el velocímetro con frecuencia en las autovías/autopistas para no ver disminuir la cuenta de puntos.



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